Los impuestos en clase

QUÉ SE HACE

En el verano de 2011 el Municipio de Riccione, inspirado en el libro “Los buenos impuestos”, me propuso desarrollar un proyecto sobre los impuestos para las escuelas. La experiencia de El juego de los impuestos está construida de manera que los niños que participan en ella comprendan de qué se trata. Y eso es posible por el hecho de que son llevados al Salón de Actos del Ayuntamiento, reciben las monedas de chocolate con las que pagar los impuestos, se distribuyen en las diferentes funciones de una comunidad organizada. El resultado es que los niños, tras haber participado en el juego, saben de “qué se trata cuando se habla de impuestos”. Y cabe añadir que el título del juego, “Los buenos impuestos”, confronta a los niños con la esencia misma de la tributación en una comunidad.

En los “impuestos en clase” es diferente, todo tiene lugar en el aula, es llevado a cabo por el enseñante, está  dirigido a niños de Primaria (9 o 10 años), pero también a los estudiantes de los dos ciclos de la ESO. Y es en estos contextos donde hay que entender “de qué se trata cuando se habla de impuestos”.

De ahí la propuesta de leer y comentar el libro en clase a partir de la preguntas de los niños en las experiencias de Roma y Turín, tal y como se refiere en “Los buenos impuestos”.
El punto de partida es la idea, simple, de que la experiencia del “juego de los impuestos” puede guiar a otros niños, así como a los jóvenes, a la comprensión de lo que son los impuestos. En definitiva, a que se cumpla literalmente el subtítulo del libro: “Lo que los niños nos enseñan sobre el bien común”.